Que sensaciones inundan mi cuerpo. Como me pierdo por momentos. Cuesta dar sentido a todo este engranaje de vida. ¿Quién inventaría todo este entramado? La vida es tan extraña que no me acostumbro a ella. Es rara de cojones. Que no, que la mire por donde la mire es más rara que un piojo verde.
¡¡Pero que me gusta!!. Hay cosas que jamás comprenderé. Soy así, ¿que le voy a hacer?

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Bueno ya va siendo hora de hablar de otra parte de mi vida. Además de estar recién parada, soy estudiante de Trabajo social. Este es mi último curso (no acabo ahora, pero espero hacerlo en diciembre o febrero).
Hago prácticas en el CPD, el centro provincial de drogodependencias de Málaga, concretamente en la Carretera de Cádiz. Aunque también esta en Camino Suárez, Palmilla y en Mijas.

Confieso que no fue una predilección mía. Una vez más el destino decidió por mi y en ello me encuentro. Más satisfecha de lo que esperaba puesto que mi pretensión era simplemente aprobar y si de paso aprendía algo eso que me llevaba. Pues bien, no solo me encuentro a gusto y a mis anchas, también estoy aprendiendo mucho. No solo con la trabajadora social, también con el medico, la psicóloga, la auxiliar, el enfermero y sobretodo la cantidad y variedad de ‘pacientes’ a lo que estoy viendo. Ya os iré relatando sobre esta grata experiencia.