lunes, 14 de septiembre de 2009

LA LIEBRE Y LA TORTUGA

Estoy de reflexión estos días (para no variar), me gusta la reflexión.
Este año he sido toda una tortuga. Es curioso, porque siempre he querido ser muy liebre, en poco tiempo y con poco (o mucho esfuerzo) conseguir las cosas. Todo rápido. Aquí y ahora. Aunque he de reconocer que siempre me ha gustado labrar, puedo asegurar que hoy más que nunca labro y siembro para mañana recoger los frutos. Unos frutos muy apetitosos. Los del hogar, el bienestar y nuevos ciclos. Y todo muy poco a poco. Muy poco a poco. El don de la paciencia se ha aliado conmigo, aunque de vez en cuando me de un revés.
Dicen que al final la tortuga ganó a la liebre. No se si ganaré a esa liebre, pero no me rindo, aquí sigo en el camino aunque sea a pasitos de tortuguita. Lo importante es no dejar de caminar.

Esto me recuerda una gran lección que aprendí en el Camino de Santiago. Crees que no puedes, pero sigues. No sabes como, pero sigues. No desistes y al final: LLEGAS. Que importante es no rendirte!! Esto lo puedes llevar a cualquier ámbito de tu vida. El truco esta en no desistir jamas.

jueves, 10 de septiembre de 2009

CASTIGADA

CASTIGADA!
Esa es la sensación que me produce la mayoría del tiempo mi nuevo trabajo (cadena de comida rapida). Como cuando de pequeña te castigan haciendo algún tipo de tarea que no quieres hacer y lo tienes que hacer por cojones, pues igual. Yo todos los días tengo cierre, esto significa que hasta que no este todo limpio, recogido y preparado no te puedes ir aunque llegue tu hora, esto a su vez significa que regalo a la empresa entre media o una hora al día, todos los días que trabajo.
Y así funciona esto, a exprimir al máximo a los trabajadores, si no funcionan se cambian por otro y si funcionan se exprimen hasta que no quede jugo y después se cambia por otro.

martes, 1 de septiembre de 2009

SOLO QUERIA TOCARTE

Anduve todo el día angustiada. De vez en cuando me despojo del sistema al que estamos sometidos como seres humanos de la sociedad actual y necesito reconciliarme con la tierra para calmar mi angustia. Un gran dolor de cabeza me molesta, creo que es de tanto pensar.

Quiero tocarte, que fluyan tensiones y energías. Camino por la calle, pero acera y asfalto nos separan y nos dividen. Cojo mi coche. Quiero llegar allí donde acaba este aislante artificial y hace que me olvide que soy parte de algo muy grande. Me aturde la idea de pensar que formo parte del cáncer que destruye un ser llamado tierra.

Llego a la playa, de buena gana me hubiese dado un gran chapuzón. Me conformo con un gran paseo por la orilla y un rato sentada mirando el mar. Que bien poder sentirte. Es mi forma de abrazarte, de decirte que soy consciente que soy como un átomo dentro de ti. No quiero ser cáncer. Quiero ser un glóbulo blanco, o por lo menos un glóbulo rojo.