Pensar que puedes vivir una mentira, una vida que quizás no sea la tuya porque siempre imaginaste como debía ser lo que tu entendías por vida.
Durante mucho tiempo me atormento pensar que lo que vivía era mentira. Sonrío cuando lo pienso. Pero entonces sufría mucho por dentro.
Hoy se (supongo que siempre lo supe) que todo lo que vivo es muy de verdad y que todo lo que hago o digo es porque así lo siento. Tengo la vida que hoy quiero tener, aposte por lo que hoy soy y siento. Y estoy profundamente agradecida por la grandiosidad de todas las cosas que tengo.
Nos encanta poner excusas del porque no hacemos las cosas, sin darnos cuenta de que no se trata de otra cosa sino eso: excusas. Los últimos responsables de lo que hacemos y nos pasa somos nosotros mismos. Solo asumiendo esto podemos dejar de ser infelices. Solo siendo valientes y cogiendo el timón sin excusas podremos encontrar esa armonía que todos necesitamos.
No hay nada que me alegre más hoy que saber que soy lo que quiero ser y que si quisiera o hubiese querido ser otra cosa así sería.
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