Mi primer sentimiento lésbico

Igual que cada persona heterosexual vive su heterosexualidad a su manera, cada persona homosexual vive su homosexualidad a la suya, con la diferencia que un heterosexual no tiene que descubrir su tendencia, lo educan desde que nace para ello, mientras que los homosexuales en algún momento de nuestra vida tenemos que descubrir que es aquello que pasa dentro de nosotros/as mismos/as.

Anoche me acorde de un gesto de esos de un día cualquiera con una persona cualquiera que permanecen en ti toda tu vida. Yo tendría unos 15 o 16 años, recuerdo perfectamente que acabamos de leer en el colegio Marianela de Benito Pérez Galdós. Ya había atardecido y caminaba calle arriba a sacar la basura, iba con la ropa de estar por casa y creo que incluso en esa época aún no usaba ni lentillas. La calle estaba desierta, alumbrada tan solo por las 5 o 6 farolas que tiene.
Con la bolsa de basura en mi mano y mis gafas de pasta dura alce la mirada y vi a una mujer bellisima, de pelo oscuro y rizado, imponente. Me miro y me sonrió. Aún hoy me cuesta describir lo que sentí en ese momento. Pero fue algo muy especial que 15 años después recuerdo como si fuera ayer. Solo fue ese instante, jamas volví a verla.

Cuando le conté a mi mejor amiga lo que me había pasado me dijo: "eso es de ser lesbiana" con cara de asco. Enseguida le argumente que lo único que me había pasado en ese momento es que me había sentido como Marianela: pequeña y fea. Ni yo misma podía imaginar por aquel entonces que era una de mis primeras "sensaciones lésbicas". Lo único que me había pasado es que me había gustado aquella muchacha, sin más.

A mi nadie nunca me dijo que había mujeres que le podían gustar otras mujeres, que incluso eso tenía un nombre: lesbiana, y que era algo normal, que cada cual vive su sexualidad como quiere y de forma libre. Simplemente yo daba por hecho que era heterosexual y que este tipo de cosas no eran sentimientos lésbicos, si "era hetero" ¿como iban a serlos? 'Es que soy muy amiga de mis amigas, especialmente de "mi amiga", es que no doy con el chico que me gusta y si me gusta pues tampoco es para tanto... es que me sentí  Marianela'.

Esas cosquillas que me subieron hacia arriba, esa mirada que penetro mi cuerpo, esa sonrisa que lleno mis sentidos, ahora me pregunto ¿como no pude verlo entonces? Quizás si alguien me hubiese hablado de igualdad y respeto, si hubiese tenido referentes como ocurre ahora en televisión (Esther y Maca de hospital central por ejemplo) no hubiera tardado en "salir del armario" más de 20 años.

una noche cualquiera, a una hora cualquiera

Son casi las 1 de la madrugada, estoy algo desvelada y me apetece mucho escribir un "algo".
Tengo uno de esos ratos que te sientes muy viva. Pensamiento amplio. La brisa de la noche entra por la ventana y después del día de calor que ha hecho me sienta como si me acariciara la cara. Tengo paz y a la vez grandes deseos.

No puedo negar que empiezo a estar nerviosa al pensar que en apenas 2 o 3 semanas tengo que defender mi trabajo ante el tribunal, si todo sale bien habré terminado otro escalón de mi particular escalera vital en menos de un mes.

Si, tengo miedo de enfrentarme al mundo laboral desde este nuevo ámbito, porque negarlo. A nadie le gusta cambiar lo que ya domina y empezar de cero.
A veces tengo la sensación de no pertenecer a ningún "sector", intento de actriz, promotora-comercial , creativa nata, dependienta especializada, técnico en producción vídeo-TV, teleoperadora, amante del arte, moza de almacén, manitas en acción y ahora pego el salto al trabajo social... posiblemente esto no es de estar muy cuerda, suerte gustarme la locura.
Realmente no pienso parar hasta no dar con aquello que me llene de verdad y amar lo que haga por encima de cualquier otra cosa, me siento orgullosa de no rendirme o conformarme y seguir siempre adelante consiguiendo una meta tras otra.

Aunque intuyo que en el fondo quiero un trabajo sencillo, una vida sencilla y amarlo todo. Sin extravagancias. Supongo que tal cual vivo pero con curro  jeje

[...]

Vivimos en jaulas transparentes, atados de pies y manos con sogas invisibles. Creemos que somos libres, pero es solo un espejismo.

La vida es tan increíblemente corta que no entiendo porque nos permitimos el lujo de no vivir lo que realmente queremos.

Que invento este de vivir así, distraídos, distraídas, ¿que es lo realmente importante? Debe de ser el amor. Tiene que ser el amor.


[...]

2º CUADRO

Rejuntando de aquí y de allá me volví a apuntar durante dos meses a pintura, quizás vuelva en septiembre, mientras tanto este ha sido el resultado: