martes, 12 de junio de 2012

una noche cualquiera, a una hora cualquiera

Son casi las 1 de la madrugada, estoy algo desvelada y me apetece mucho escribir un "algo".
Tengo uno de esos ratos que te sientes muy viva. Pensamiento amplio. La brisa de la noche entra por la ventana y después del día de calor que ha hecho me sienta como si me acariciara la cara. Tengo paz y a la vez grandes deseos.

No puedo negar que empiezo a estar nerviosa al pensar que en apenas 2 o 3 semanas tengo que defender mi trabajo ante el tribunal, si todo sale bien habré terminado otro escalón de mi particular escalera vital en menos de un mes.

Si, tengo miedo de enfrentarme al mundo laboral desde este nuevo ámbito, porque negarlo. A nadie le gusta cambiar lo que ya domina y empezar de cero.
A veces tengo la sensación de no pertenecer a ningún "sector", intento de actriz, promotora-comercial , creativa nata, dependienta especializada, técnico en producción vídeo-TV, teleoperadora, amante del arte, moza de almacén, manitas en acción y ahora pego el salto al trabajo social... posiblemente esto no es de estar muy cuerda, suerte gustarme la locura.
Realmente no pienso parar hasta no dar con aquello que me llene de verdad y amar lo que haga por encima de cualquier otra cosa, me siento orgullosa de no rendirme o conformarme y seguir siempre adelante consiguiendo una meta tras otra.

Aunque intuyo que en el fondo quiero un trabajo sencillo, una vida sencilla y amarlo todo. Sin extravagancias. Supongo que tal cual vivo pero con curro  jeje

[...]

Vivimos en jaulas transparentes, atados de pies y manos con sogas invisibles. Creemos que somos libres, pero es solo un espejismo.

La vida es tan increíblemente corta que no entiendo porque nos permitimos el lujo de no vivir lo que realmente queremos.

Que invento este de vivir así, distraídos, distraídas, ¿que es lo realmente importante? Debe de ser el amor. Tiene que ser el amor.


[...]


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