No se puede escribir nada bueno con este sueño y estos ojillos regastados de tanta pantalla que me he chupado esta noche, pero me apetece hacerlo.
Lunes santo. No me gusta especialmente la semana santa. Acompaño a amistades. Acompaño a mi cari que si es ‘semanasantera’. Me interesa como expresión artística, aunque la imaginería no es mi pasión. Me interesa como fenómeno social que mueve masas, a devotos y no tan devotos.
Me gustan los aires que se respiran en el centro de Málaga esta semana. Las gentes, las pasiones que se despiertan especial y curiosamente en esta semana. Los sonidos que se generan. Y ese toquecillo peculiar que solo pasa una vez al año.
Generalmente siempre llueve en semana santa. De pequeña solía pensar que a Dios no le tenía que gustar la S.S. y su forma de decirlo era con la lluvia. También pensaba que los cristos y vírgenes estaban todo el año en la iglesia a la vista y cercanía de todos y no entendía que la gente liara tanto para intentar verlos lo más cerca posible, en el mejor sitio posible, cuantas más veces sea posible… ¿no era mejor cualquier día del resto del año? En fin, son cosas que aún no entiendo. Pero supongo que son cosas que no hay que entenderlas si no sentirlas. Y ante todo, lo respeto. Por consiguiente, el ‘machupichu’ que adora a una piedra también tiene mi máximo respeto (le pese a quien le pese la comparación).
Mañana, bueno dentro de un rato, es el traslado del cautivo. Nunca he ido a verlo. Si Dios quiere mañana iré. Recuerdo la primera S.S. que pase tras conocer a mi cari. Me quería llevar a verlo, pero en lugar de eso nos quedamos toda la mañana en la cama con otro tipo de pasiones bastante diferentes. Desde entonces no lo ha vuelto a ver (trabajo, cansancio, otros quehaceres…). Después de 5 años, mañana (si Dios quiere) iremos.
1 comentario:
Gracias, guapa!!!
A ver si nos vemos pronto, ¿ok?
Un beso. Salva.
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