¿De que quiero hablar hoy? Hablemos de sentimientos.
El sentir es el motor que todo lo mueve. Nuestros actos concretos son solo la punta del iceberg. Sin sentimiento no hay acción, no hay vida, solo cabría la muerte (o quizás una enfermedad mental, pero creo que aun así algún sentimiento debería existir)
A veces no entendemos porque esta persona hizo esto o aquello y nos empeñamos en buscar la respuesta en el acto concreto. Pero debajo de aquello que parece un pequeño cubito helado hay una gran masa polar que mueve esa conducta concreta. Los sentimientos y las emociones juegan un papel muy importante. Y es que todos tenemos nuestras posiciones, intereses, necesidades, deseos o valores. Y todo lo que hacemos se mueve por estos sentimientos. Por eso es muy importante comprender que es lo que siente el otro porque eso nos dará la respuesta de porque hace esto o aquello. Y puede que más de una vez nos llevemos una sorpresa.
A veces esas posiciones, intereses, necesidades, deseos o valores son incompatibles o son percibidos como incompatibles. Surge entonces el conflicto. Siempre que hay un conflicto, ese desacuerdo entre dos personas porque sus interesen chocan, la relación entre esas dos personas puede salir robustecida o deteriorada.
¿De que depende que salga robustecida o deteriorada? Pues solo depende de como sea el proceso de resolución. Si, no importa quien tenga razón o no. No importa que paso, solo importa como se resuelve. Y una vez más como nos sintamos en ese proceso nos quitara o nos renovara a un amigo.
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