lunes, 5 de marzo de 2012

VIEJAS AMISTADES

Conservo amigos de casi todas las etapas de mi vida desde la adolescencia. En el instituto, sin duda, hice un buen arsenal de amigos que después de 15 años aun conservo. De allí salieron mis mejores "amigas heteros", con ellas descubrí las salidas nocturnas, el primer beso, los primeros ligues, compartí secretos, aventuras propias de chicas jóvenes, engañar a los padres, probar el tabaco y el alcohol por primera vez, juntas imaginábamos el futuro, planeábamos lo que haríamos con nuestras vidas... sin tener ni puta idea que la vida solita nos iría marcando el camino que cada una debía seguir.
Es bonito conservar estas amistades, porque somos testigos únicas (las unas de las otras) de nuestro cambio y maduración, de ese paso adolescente a edad adulta que ya jamas podremos compartir con nadie. Conocemos las niñas que fuimos y las personas que somos.
Del instituto también salio otro grupo de amigos muy importante para mi, los del grupo de teatro. Si, tenía mis amigas con las que entraba y salia y hablábamos de chicos (quien me lo iba a decir), pero después tenía a esta gente con las que compartía mis inquietudes más profundas, que me gustaba escuchar y gracias a los cuales no me sentía "una rara incomprendida" pues lo que compartía con ellos ni pensarlo lo haría con las chicas, eran temas demasiado abstractos, filosóficos y sobretodo nada superficiales. Conservo a Salva, Eli y Pedro.
Hoy a venido a casa Eli, se caso hace un par de años, tiene su casa, su marido y los dos trabajan, en los tiempos que corren cualquiera podría pensar que tiene su vida hecha, que solo tiene que vivir y ya esta ¿ no?.
Pues esta casi tan "perdida" como cuando compartíamos teatro... y la entiendo tan bien... Y pongo "perdida" entre comillas porque el que busca no esta necesariamente perdido, es tan apasionante buscar que comprendo que se resista a dejar de hacerlo.
Yo he aprendido muchas cosas con el tiempo, es cierto que, aun con mi vida más que hecha, no dejo de buscar, pero aprendí a hacerlo con sentido común, sin agonía y sobretodo con mucha paciencia, y lo más importante no me siento perdida, se muy bien donde y porque estoy aquí y ahora y tengo muy claro que mi búsqueda terminará el día de mi muerte. También aprendí a encontrar, pues si sabes buscar y no encontrar, de nada te sirve que busques toda la vida pues nada hallaras.

Eli es entusiasmo y vitalidad, es creativa y sus ideas fluyen como la espuma. Pero igual que la espuma, sus ideas se evaporan con la misma rapidez que surgen. Su único problema es que no las deja madurar. Las arranca de su árbol de forma violenta y precipitada. Y así de nada sirven, no sirve ni para alimentarse ella, si para alimentar a nadie.
Estamos haciendo como una especie de terapia estas semanas con la excusa de crear una idea emprendedora con la que ganarse la vida, le intento echar una mano con lo que aprendí en el taller que hice. Pero más que de recursos, hoy hablamos de cualidades personales, de errores y virtudes. Eli hace que me vuelva a mirar, que vea todo lo remendado y lo que queda por remendar. Pero sobretodo hace que me sienta orgullosa de las personas que hemos llegado a ser.



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