De veras me siento en camino nuevamente, este es mi sitio, el camino.
Actividad.
Proyección.
Echo de menos las clases de pintura, pero es un lujo que ahora mismo no me puedo permitir. Descubrí que es algo que se me puede llegar a dar bien y lo retomare en cuanto pueda. Mientras tanto estrujo el máster y todo lo que puedo sacar de la Universidad apuntándome a cuantos talleres puedo. Hago uno estos días de emprendedoras.
Llega un momento, una edad supongo, en la que valoras todo aquello que te brindan de un modo muy especial. Hoy en el taller una compañera me decía: "que pesada, repitiendo cosas que ya sabemos, que mierda, bla bla bla..." Y la miro desde dentro y me digo: "Tania, tu eras así chocho" Y es que creemos que esas oportunidades estarán ahí siempre y que tampoco son para tanto y tampoco tienen tantas cosas que aportarnos. Y pasamos por las experiencias sin pena ni gloria y creyendo que lo mejor esta por llegar.
El ejemplo contrario lo tengo en clase, en el máster. Se llama Pilar. Es más joven que yo pero seguramente descubrió esto bastante antes que yo. Es entusiasmo puro, fiel creencia de que todo se puede hacer bien entonces ¿porque hacerlo mal? Y una actitud que abraza todo y a todos. Todo le sirve para aplicarlo a su vida personal y profesional. Para ella todos/as tienen algo que aportarle y no permite desaprovecharlo.
(Después de ir a la biblio para sacar unas pelis y unos libros para el TFM e ir a Carrefour a hacer la compra, sigo) Por cierto, soy más de Mercadona, pero últimamente le han metido una subidita de 0,40 a casi todos los productos.
Siempre he desangrado todo aquello que hacia, beber rápido todo el jugo y a correr por otra cosa. Tengo que admitir, aunque me cueste, que quizás no he aprovechado todas las oportunidades que he tenido. Y digo quizás porque tal vez si lo hice "a mi manera".
Hoy soy "muy Pilar", y me alegro mucho.
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