Estamos enseñados en una educación sexista, mejor dicho, machista. En el
ámbito familiar, en la televisión, en el lenguaje, o incluso juguetes o
cuentos. Hemos asumido que el papel de la mujer pertenece al ámbito privado,
con el trabajo de la casa y la educación y cuidado de los hijos. Y el papel del
hombre pertenece al ámbito público con la obligación de traer el dinero a casa. La mujer ha conseguido implicarse en el ámbito público, ¿se ha implicado el hombre de igual forma en el ámbito privado? No, a la mujer le pertenece todavía cargar con esa responsabilidad.
Esta cultura machista es responsable en gran medida de la violencia de
género ya que esta jerarquía de poder se transmite de generación en generación.
Hay una desigualdad histórica, no es algo nuevo. Y tanto hombres como mujeres
somos responsables de esta educación machista. Lo que si es nuevo es la
implicación de las autoridades y el rechazo de la violencia por la sociedad.
La vuelta a casa de la victima en reiteradas ocasiones o el no romper con esa situación se sumisión se produce precisamente por esta
dependencia y falta de autoestima de la victima. Son relaciones de alti-bajos, momentos de
maltratos alternados con momentos de “luna de miel”. De modo que el verdugo se convierte al
mismo tiempo en su único salvador.
Es por esto por lo que debemos ser todos conscientes que la mujer victima de maltrato necesita ayuda, ayuda urgente, ANTE EL MALTRATO NO MIRES A OTRO LADO, ACTÚA!
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